El Colectivo Argentino por la Memoria y la Embajada argentina en Francia, junto con la Secretaría de Cultura nacional, organizaron el sábado 22 de marzo un emotivo homenaje a las víctimas del terrorismo de Estado, y al militante, editor y periodista francés François Gèze, en un acto paralelo al Salón del Libro de París 2014, donde la Argentina es invitada de honor y que sirvió para conmemorar el 38vo. aniversario del último golpe militar.
El evento, contó con la presencia del secretario de Cultura argentino, Jorge Coscia. También participaron el embajador argentino ante la UNESCO, Miguel Ángel Estrella; el director Nacional de Industrias Culturales, Rodolfo Hamawi; el embajador de Francia en Argentina, Jean-Michel Casa; Edgardo Malaroda, encargado de Negocios, junto con otros funcionarios de la Embajada.
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Ante cientos de personas, se entregó la medalla al mérito cultural a François Gèze, militante de derechos humanos y presidente del COBA (Comité Organizador del Boicot a la Argentina), que buscó impedir la realización del Mundial de fútbol en Argentina, en 1978, durante la última dictadura militar.
En este sentido, el secretario de Cultura señaló: “En este acto venimos a expresar nuestra gratitud a Francia en la persona de Gèze”. Respecto de la política de derechos humanos nacional, puntualizó: “Si hubo algo notoria en torno a nuestra presencia en el Salón del Libro de Paris fue que nos subrayaron una supuesta actitud diferencial. Tenemos que reconocer que sí hay una diferencia, que consiste en que si hubiera venido otro proyecto, otra concepción de la política, seguramente este homenaje no hubiera tenido lugar”.
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Coautor de "Argentina, revolución y contra-revoluciones" (Seuil, 1975), Gèze fue director de uno de los sellos editoriales más representativos de la izquierda francesa, Maspero, que luego se transformó en La Découverte. Militante histórico y activo participante del Mayo Francés, Gèze, impulsó la creación del recordado COBA para intentar boicotear la Copa del Mundo de 1978 y potenciar las denuncias sobre la violación de los Derechos Humanos en la Argentina, y organizar manifestaciones de protesta.
El llamado del COBA, respaldado por Amnistía Internacional, recibió el apoyo de numerosos intelectuales y artistas franceses, como Jean-Paul Sartre, Louis Aragon y Simone Signoret. Alicia Bonet-Krueger, titular del Colectivo Argentino por la Memoria, dijo: “Este año, el acto es emblemático por la presencia de las Madres y de las Abuelas de Plaza de Mayo, -y agregó- Argentina no solo es conocida por Maradona y Messi sino por la lucha de los pañuelos blancos que marcaron el camino”.
Por su parte, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, junto a Taty Almeida y Marta Vázquez -en representación de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora- y la abogada Sophie Thonon participaron de una mesa redonda titulada ’"Derechos humanos: memoria y actualidad".
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Taty Ameida recordó la solidaridad de Danielle Mitterand, para con los argentinos y latinoamericanos, la ayuda que recibieron los exiliados por parte de los franceses y la ejemplar lucha de la abogada francesa: “Tengamos memoria. Sophie Thonon durante la dictadura encabezó marchas en la esquina de la embajada argentina de las que participaron Michel Focault, Catherine Deneuve, y Michel Piccoli entre otros”. Respecto del avance de la justicia sobre los crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura cívico-militar aseguró: “Sabemos que no llegaremos por edad a ver al último de los condenados, pero confiamos en la juventud militante. Porque a pesar de los bastones y las sillas de ruedas, las locas seguimos de pie”.
Carlotto, acompañó a Taty y propuso: “Yo digo que tenemos bastón porque nunca nos arrodillamos. Seguimos luchando para que la juventud participe, militando donde más les guste porque desde el arte se hace política también".
Sophie Thonon, la abogada de las monjas francesas detenidas-desaparecidas, dijo: “Ya se escucharon voces que decían que la justicia ya se hizo, que los principales responsables ya fueron juzgados, que hay que pasar la página, cerrar el ciclo. La respuesta que tienen que dar los familiares es que hay aún 20.000 víctimas que siguen sin aparecer en ningún juicio”.
Como jurista, Thonon subrayó el caso argentino: “Es el único país en el mundo que pudo juzgar con su justicia ordinaria a sus genocidas, apenas dos años después de finalizada la dictura militar, aunque después vinieron las vergonzosas leyes de punto final”. “Hoy la justicia argentina avaza en la investigación y acumula una jurisprudencia sin precedentes”, finalizó.
(Fuente: http://www.cultura.gob.ar)